Como siempre hay alguno que no termina de creerse a su hijo cuando asoma un viernes por la puerta diciendo que no tiene deberes, confirmo que al menos en lo que a mí respecta, es rigurosamente cierto. No llevan deberes ni de Lengua, ni de Matemáticas, ni de Inglés ni de Science. Y mira que no es normal que se escapen libres de todas ellas, pero ea, el universo se ha alineado y se han marchado a casa más felices que unas pitas y sin trabajo por delante hasta que el lunes los vuelva a pillar por banda.
Las clases tan reducidas provocan estas cosas. Te pones a corregir (dedicándole el tiempo necesario para que todo el mundo pregunte lo que necesite y para que nadie, en principio, se quede con dudas) y cuando acabas, te toca cerrar el libro y pasar a otra cosa. Pues así cuatro veces.
Así que ante la ausencia de noticias académicas, permitidme que use el mensaje de hoy para otros menesteres mucho más mundanos. Tengo a unos cuantos alumnos todavía sin agenda y para ir controlando las tareas diarias les vendría particularmente bien disponer de ella. Aunque he ido repartiendo algo de material, las agendas no las puedo entregar hasta que me hayáis enviado el justificante de pago del material. Si aún no lo habéis hecho, no os demoréis mucho más, por favor.
Y ya. La verdad es que ha sido uno de esos días tranquilos que generan pocas novedades. Pasad buen fin de semana y un saludo.