Antes de que se me olvide, doy bombo por aquí a la iniciativa que ya han publicado algunos de mis compañeros (y que también podéis leer en la sección de noticias) para despedir la feria mañana día 17. De manera excepcional, todos los alumnos podrán llevar puesto algún complemento propio de nuestras fiestas, e incluso sustituir parcialmente el uniforme con alguna prenda manchega (no es que recomiende dejarse el pichi en casa y aparecer por clase con el refajo, pero técnicamente sería aceptable). También os digo que sobrevivir en nuestra clase con el calor que está haciendo y un refajo es misión imposible… pero si les hace gracia traerse algún pañuelo, colgante, pendiente, etc., pues oye, no les quitéis la ilusión. Intentaremos que no se pierda ninguno, pero tampoco puedo prometer nada.
Venga, parte del día. El martes va a ser el día más raro del calendario escolar, probablemente. No estoy con ellos hasta después del recreo, así que a muchos ni los puedo saludar al llegar; y eso es exactamente lo que ha pasado hoy. Han tenido su primer contacto con la Música y don Amador, que les ha explicado unas cuantas cosas sobre el material que van a usar en sus clases (material que incluye esa preciosa flauta que acabaréis odiando con todas vuestras fuerzas). Para conseguir la flauta disponéis de unos días, pero tampoco lo dejéis correr en demasía, por favor. A segunda, desdoble para ubicarse en la clase de Religión con don Francisco o seguir en la alternativa con don Amador. A tercera, nueva aparición de don Víctor.
Después les ha tocado lidiar conmigo. Como ayer nos saltamos la clase de Science para alargar la de Matemáticas, me he asegurado de empezar con ella. Explicación sobre las capas de La Tierra (geosfera, hidrosfera y atmósfera) acompañada del primero de una larga serie de dibujos infames (soy un dibujante atroz). Le pongo mucha ilusión, eso sí. Al principio los miran con los ojos muy abiertos; al final hasta les hacen gracia (o les dan un poco de pena, que también podría ser).
De ahí hemos pasado a la corrección de Matemáticas, que ha sido la excusa perfecta para marcar territorio. Me explico. Me gustaría que desde el principio acometan el trabajo en la libreta de una forma muy concreta, así que me toca ser inflexible los primeros días. Resultado: unas cuantas hojas arrancadas para desconcierto absoluto de algunos. No pasa nada; se repite haciéndolo bien mientras corregimos todos juntos y aquí paz y después gloria. Es más fácil decirlo que hacerlo, como os podréis imaginar, y lo de repetirlo haciéndolo bien ha salido de aquella manera. No obstante, el disgusto por verse con la hoja arrancada probablemente surta efecto.
Les he vuelto a insistir en que el enunciado, los ejemplos, las preguntas, todo, todo, todo forma parte del ejercicio y que hay que copiarlo en la libreta. Se copia y se resuelve (y si es posible, de forma ordenada, aunque eso nos llevará algo de trabajo, todo se andará). Esta vez me he asegurado de que no tuvieran tiempo de acabar antes de irnos (o eso creía, que una me ha sorprendido volando a toda pastilla) para que se llevaran la libreta a casa. Así podéis ver cómo se han enfrentado a ella los dos primeros días.
Lo que no ha dado tiempo a trabajar ha sido la Lengua… Este horario es catastrófico.
En fin, que mañana acaba la Feria. Un saludo.